Al ver que mis compañeras de blog no cuentan nada, ahí voy yo... En el viaje a Londres nos pasó alguna que otra cosa... Una de estas es la siguiente:
Nos fuimos a la Catedral de St Paul, muy bonita por cierto. Entramos, y vimos que el ambiente que había no era del todo normal, pero entramos... Una parte de la catedral estaba cerrada, y había dos señores con unos libretillos en la mano en el paso hacia la otra parte. Yo decía:
- Eh!! no se porque pero ahí no va todo el mundo!! porque no vamos, venga AraSiAraNo, pasa tu primero.
Así que nos dirigimos a la otra parte, los señores nos dieron el libretillo que tenían en la mano, y luego nos acompañaron a unas sillas y nos hicieron sentar. En este momento nos dimos cuenta que estábamos en medio de una misa, y con un cantoral en las manos, y de golpe la gente que teníamos a nuestro alrededor se puso a cantar... No sabíamos como hacerlo para salir de ahí, teniendo en cuenta que acabábamos de llegar, y que en principio teníamos que saber lo que íbamos a hacer... Al final, con dos cojones, nos fuimos de las sillas...Al paso hacia la parte donde no había misa, había los señores que ya os he contado (estos señores eran curas) con los cantorales, pues, al pasar por el lado de los señores para salir y con los nervios que me caracterizan, golpee con el codo a un señor de estos, y le tire todos los cantorales por el suelo, instantáneamente me encontré de rodillas en el suelo recogiendo todos los cantorales y con un cura al lado que decía que esto era increíble, impresionante e imperdonable... Lo recogí todo y salí pitando de la catedral... Al salir, vimos un cartel en la entrada:
"LOS DOMINGOS PROHIBIDA LA ENTRADA SI NO ES PARA ASISTIR A LA MISA"
1 comentario:
Buenísimo, yo seguro que por vergüenza me hubiera quedado allí, aguantando toda la misa...
¿Y no cantásteis ni una canción?
jeje
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